La máquina de secado.

Era una vez una ciudad en la que un grupo organizado de hombres raptaba niñas antes de que cumplieran doce años para criarlas. A partir de esa edad, era la costumbre de conectarse unas seis horas diarias a unos grandes cascos de peluquería. Los hombres habían empezado a sentir el cambio. A los hombres no les gustaban las mujeres autómatas.

Ejercicios de Narrativa

Ejercicio No. 1 Final Alternativo a La Gallina Degollada de Quiroga.


La reconciliación. 

... Debajo de ella, los ocho ojos clavados en los suyos le dieron miedo. Ocho ojos en los que la mira de gula se encendía y se transformaba vertiginosamente en desenfreno. Pupilas dilatadas, el hambre insaciable dejaba espacio a un deseo, incomprensible pero incontrolable, proyectado sobre su pequeña hermana. 

-¡Soltáme, dejáme!- Gritó Bertita, pero sus chillidos no fueron escuchados por papá y mamá. 

El amor de los Mazzini, mil veces consagrado con el anhelo de redimirse, mil veces repetido con la esperanza de producir una semilla limpia, había sembrado el germen de su propia pesadilla. 

Gabriel Payares, el profe, recomendó un minicuento en honor a Quiroga. 

La reconciliación. 

El amor de los Mazzini, mil veces consagrado con el anhelo de redimirse, mil veces repetido con la esperanza de producir una semilla limpia, había sembrado en Bertita, el germen de su propia pesadilla.

Texto completo

De noche.
Cuando no me levanto para escribir.
Después me arrepiento.